Una de series

Dicen los expertos que el mejor cine se hace hoy en día en formato series. No sé hasta qué punto es cierto, pero desde mis escasos conocimientos del séptimo arte y, modestamente, tengo que decir que estoy de acuerdo con esa afirmación.

Las buenas series están proliferando tanto que es difícil mantenerse al día. Las hay para todos los gustos.

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Algunas son exquisitas, lentas, con una puesta en escena de enorme belleza y un cuidado magistral de los detalles, los diálogos, los escenarios y el vestuario. Me refiero, claro, a Downton Abbey. Además de ser una maravilla estética, enseña mucho sobre el carácter, el modo de vida y la historia de los británicos (doy fe de que lo que más les gusta es salir a dar un paseo después de comer, algo a todas luces macabro, y  que consideran el hielo en la bebida una horterada americana).

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Y también hacen reflexionar sobre el ser humano. Vemos que todos, excepto algún caso aislado, tienen luces y sombras. Se chinchan, sí, pero se preocupan y ocupan por/de sus compañeros de office, sus cuñados o sus amigas (magistral la relación amistad-odio entre la gran matriarca de la familia y abuela snob y la madre de Matthew, un poco paleta puesto que la pobre es de Manchester y upper middle class).

Todos hemos llorado en los momentos tristes, que no detallo por si alguien tiene la serie en su lista de pendientes, y nos hemos alegrado cuando las hijas de Lord Grantham van recomponiendo sus vidas.dwt2

Downton deja frases para la historia, casi todas de labios de la abuela, como aquel sublime “¿qué es un fin de semana?” o “la gente como nosotros no tiene problemas en su matrimonio”.

No menos exquisitas, aunque pertenezcan a una categoría totalmente distinta, son Fargo y Breaking Bad. De la primera, espléndido remake de una película de los hermanos Cohen, sólo he visto la primera temporada, y de la segunda voy por la cuarta, pero no puedo por menos de admirar, de nuevo, las interpretaciones magistrales, el humor negro, los diálogos chispeantes, los personajes absurdos (los dos matones de Fargo y los primos mexicanos de Breaking Bad) y los paisajes desolados de Minnesota o Nuevo México.

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El director te manipula con tanta inteligencia que consigues ponerte de parte del malo, el torpón Lester Nygaard (espléndido Martin Freeman) o el brillante Walter White. Y casi todo se ha dicho ya sobre la fantástica actuación de Billy Bob Thornton como Lorne Malvo.

Mi personaje favorito en Breaking Bad, que por cierto enseña mucho sobre el inframundo de la droga y la inmigración en EEUU, es Jesse Pickman.

Es inmaduro, drogata, mentiroso, inestable y, en general, podríamos decir que está tan desequilibrado como las maracas de Machín, pero también es listo, ingenioso, simpático, generoso, y tiene un “extraño” cariño hacia los niños pequeños.

Si algún día supera la rehab y se quita los tatuajes podría llegar a ser un yerno no perfecto pero sí aceptable para una mujer de clase media de Alburquerque.

En el apartado de las series políticas, y siguiendo la estela de la maravillosa Ala Oeste, hemos tenido la suerte de disfrutar de cuatro temporadas de House of Cards, y parece que pronto se estrenará una quinta. Kevin Spacey representa  a la perfección al maquiavélico, complejo y enrevesado Frank Underwood, la ambición y la falta de escrúpulos hecha político. Por cierto, mucho más elegante, como es lógico, con trajes a medida que con las chaquetas oversize de poli macarra en LA Confidential. Aunque un británico no le perdonaría la forma en que pronuncia la w. ¿Por qué, al decir what, le sale juat en lugar de uat, como al 90% de los ingleses y americanos? Unos dicen que esta pronunciación es un arcaísmo, otros que es típica del Sur de EEUU (él es de New Jersey, por lo que esta tesis no nos sirve), en todo caso es un pelín antipática para el oído. Pero en fin, no estamos hablando de la BBC sino de Netflix por lo que le perdonaremos que no use el «inglés de la Reina». Eso sí, si alguien puede aportar luz a esta cuestión se lo agradecería mucho. Por otra parte, está claro que 4 años en UK me han hecho muy picky para el inglés (ajeno): parezco un antiguo alumno de Eton!

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Y Robin Wright no desmerece como Claire, tan depravada, calculadora y perversa o más que su marido. Además, lleva la ropa como nadie, ya sea vestida de ejecutiva, de cocktail o de noche. Y, albricias, no dice juat sino uat!

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Lo que quizá muchos no sepan es que la versión americana está inspirada en una inglesa, tan buena (para algunos mejor) como su imitación del otro lado del Atlántico. Te permite entrar con soltura en los entresijos del partido conservador post Thatcher, la Cámara de los Comunes y Downing Sreet. No ha envejecido del todo bien, pero la actuación de los protagonistas es magnífica. No es fácil conseguirla pero merece la pena.

Y volvemos donde empezamos, a Reino Unido. Imposible no referirse a The Crown. De nuevo, estética e historia se combinan para entretener, deleitar y enseñar. Con razón ha ganado dos Globos de Oro (uno de ellos Claire Foy, la Reina Isabel, desgarrada internamente por su múltiple condición de soberana, esposa, hija, hermana, sobrina y madre). Churchill está muy conseguido y resulta fastidioso y adorable a partes iguales. Me fascina el personaje del Duque de Edimburgo, con su humor mordaz y caústico y su realismo práctico, muy adelantado a su tiempo (qué hábil fue metiendo la televisión en Westminster para la Coronación de su augusta esposa).

Y si Matt Smith es guapo, no llega ni a la altura del zapato del auténtico príncipe Felipe, como se puede comprobar simplemente mirando en Wikipedia. Tuve la suerte de asistir hace unos años a un Garden Party que la Reina ofrece todos los años en Buckingham Palace a miembros del cuerpo diplomático, representantes de diversas charities y nobles más o menos empobrecidos (una divertida amalgama de embajadores, ancianos en sillas de ruedas, señoras con vestido reciclado de Marks and Spencer que se quitan los tacones a mitad de recepción y algún elemento de la farándula, como Benedict Cumberbacht, este, por desgracia, no en mi año). Por supuesto, todos con sombrero de copa, tocado o pamela. Al comenzar el acto la Reina y el Príncipe de Edimburgo recorrieron algunas avenidas del jardín, deteniéndose pacientemente cada pocos metros para escuchar a algunos privilegiados que, por elección de los jefes de protocolo de palacio, podían dirigirse brevemente a Su Majestad o a su Alteza Real. Mientras el Príncipe de Edimburgo (que ya había pasado los 90) avanzaba hacia donde yo me encontraba, oí a alguien comentar: “Nunca he visto un anciano tan guapo”. Tenía toda la razón.

En un próximo post hablaremos de Sherlock, Homeland, True Detective, The Good Wife, y quizá incluso de Isabel, Mr Selfridge y Cuéntame.

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8 respuestas a Una de series

  1. María dijo:

    Buen post! estoy bastante de acuerdo, con la mayor parte de lo que se dice. He disfrutado mucho con las temporadas anteriores de House of Cards y estoy deseando que llegue una nueva.
    Me extraña que entre las series políticas no menciones a Veep, aunque sea comedia. ¿Qué te parece? Yo la veo un poco insulsa, aunque hay buenos diálogos

    • Blanca Sanchez-Robles dijo:

      Estoy de acuerdo. He visto la primera season de Veep pero me abruma un poco. Ella es tan tan exhuberante! Es genial que se pase la vida preguntando si ha llamado el Presi (no, x cierto), y tiene golpes buenos; por alguna razón todavía no le he cogido el aire

  2. Anónimo dijo:

    Estoy completamente de acuerdo con tus comentarios. Las series nombradas son lo mejor que se puede ver. A mi también me entretuvo mucho «Alpha House», de vez en cuando necesito un poco de comedia y dejar la mente en blanco. Me da mucha rabia que las series españolas nos presenten tan cutres (ni lo somos ni lo hemos sido), no soy capaz de seguir ninguna, además son eternas, creo que «Cuéntame» ya nos ha adelantado… Para mi sólo se salva «Isabel».

  3. Gloria F dijo:

    En este primer ataque a las series, no comentas, sobre la fantástica Wood wife, y sus amantes..no se que parte no entiendo de wife… … ni la serie que ha pegado fuerte……NARCOS….
    creo que merece un capitulo aparte

  4. Estimada Gloria, The good wife me gusta tanto que merecería un post para ella sola. Los diálogos, las investigaciones, los juicios, las estrategias de defensa, cómo el despacho crece y decrece, los personajes, el personaje de Michael Fox…Y, por supuesto, el fondo de armario de Diane y Alicia son insuperables. Qué conjuntos! Narcos no la he visto todavía, está en mi lista.

  5. Estimado Anonymous, a mi Isabel me encantó. Carlos tb pero reconozco que la tengo a medias. Cuéntame la vi episodio a episodio durante muchas temporadas, es tan lenta que puedes hacer mil cosas mientras tanto, lo cual es una ventaja en cierto modo, pero la dejé abandonada a mitad de la temporada pasada.

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