En vista de algunas teorías peregrinas que se leen estos días en la prensa, me permito apuntar algunas ideas rápidas sobre lo ocurrido con el Banco Popular:
- Causa última de la quiebra:
- El Popular llevaba años muy mal gestionado. Llegó tarde a la orgía del ladrillo, quiso ser como los demás, un banco reconvertido en promotor, y se quedó con lo peor. Lo más tóxico entre los tóxicos. A lo que luego hay que sumar el Banco Pastor, operación que tampoco se entendió. Rafael Termes siempre decía que el trabajo que hace un banco es aburrido; si deja de ser aburrido, deja de ser un banco. Frase muy interesante y que da muchas luces sobre lo ocurrido en el sector (no sólo en España, por supuesto) en los últimos 15 o 20 años.
- Hace poco su Presidente, Angel Ron, fue descabezado por su propio Consejo. Su trabajo al frente de la entidad no puede calificarse de brillante. Ha conseguido hacer del banco más eficiente de Europa primero un banco irrelevante y luego un auténtico problema. El Consejo se lo cargó, con buen criterio. Aviso a navegantes.
- Causa intermedia de la quiebra: el gran Saracho, procedente de la City, nada menos, y de JP Morgan, nada menos, no ha sido capaz de encasquetar a nadie por sí solo un banco que es ya una calamidad y un cadáver viviente. No dudo de sus conocimientos técnicos sobre banca de inversión, pero la banca comercial es otra historia. ¿Le encomendaron un imposible? ¿Alguien, por ejemplo una reencarnación de Escámez, hubiera sido capaz de salvar el banco? Nunca lo sabremos. En cualquier caso, que Saracho no consiguiera vender el banco fue otro aviso a navegantes.
- Causa próxima de la quiebra: la fuga de depósitos, consecuencia de lo anterior. El banco tuvo que pedir el lunes y el martes dos líneas extra de liquidez para atender las peticiones de los depositantes. Lo ha explicado hoy lunes Guindos en una comparecencia en el Congreso: «Popular pide un ELA el lunes y otro el martes. Sin embargo, la fuga de depósitos llega a ser de tal magnitud que lleva a que, a las 3 de la tarde del martes, la entidad agote la liquidez disponible y no pueda solicitar más por falta de colateral«
- Alternativas: ir a concurso, con el consecuente perjuicio para los depositantes (hay un millón de familias con cuentas en el Popular), que sólo estaban cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos en los primeros 100.000 euros, meter dinero público (un disparate, dada la situación del banco) o venderlo. El BS se puso a tiro y se lo llevó.
Respecto a las quejas (comprensibles) de los inversores:
- Todos los indicios apuntaban a que el Popular iba a acabar en el desguace.
- Yo mismo tuve un momento de incertidumbre en febrero. Estaba buscando dónde invertir una pequeña cantidad, por un momento me tentó el Popular porque estaba muy barato, estuve un par de semanas viendo la evolución de la cotización y superé la tentación. No compré. Y no me considero un genio de las operaciones bursátiles.
- El banco fue el más eficiente de Europa, sí, pero en los años previos a la crisis. Mucho ha llovido desde entonces, y en el ínterim ha cambiado el Presidente, la operativa y la estrategia. Ya no es lo que era. El argumento tipo “que 20 años no son nada”, como el tango es, en este caso, irrelevante. En estos 20 años el banco ha pasado de jugar en la Champions a mantenerse a duras penas en 3ª regional. Lo que ocurre en el pasado no tiene por qué seguir ocurriendo en el futuro.
- La renta variable es así, hoy ganas y mañana pierdes. Lo lamento por los empleados y por los que han perdido sus ahorros, pero había síntomas más que claros que invitaban a salirse.
- Ha habido mucho asesor fiscal o financiero que, a una consulta de sus clientes en las dos últimas semanas, dijo “no pasa nada”. Que pasen por favor el cv, a ver si nos enteramos dónde han estudiado, porque no parece la mejor opción para enviar a nuestros hijos.
Dudas razonables
La primera, sobre la valoración del banco. Me consuela ver que uno de los mayores expertos en valoración del España, Pablo Fernández, también está perplejo.
Este estupendo artículo reciente en Expansión, El Frob y el valorador misterioso, donde combina sus conocimientos y su fina ironía, es buena prueba de ello.
La segunda, cuánto tardará BS en hacer la digestión. Me parece increíble que su acción haya subido, pero también es cierto que el BS tiene una rara habilidad para que casi todas las apuestas le acaben saliendo bien. ¿Cuántos pelos se dejará en la gatera? ¿Pagarán el pato los accionistas del BS, que afrontan un futuro de sequía en cuanto a dividendos se refiere? Porque yo el argumento de las sinergias no lo veo por ninguna parte. ¿Sinergias con el negocio de las Pymes del Popular tal vez…? No sé, mucho pollo para poco arroz, para mi gusto. Sabemos desde hace muchos años (yo se lo oí decir a Campa, nada menos, en 2006, cuando era profesor del IESE) que en Europa sobra capacidad instalada bancaria. Dicho de otro modo: hay demasiados bancos. Y cuando la oferta de un producto excede la demanda, hay empresas que no sobreviven. Llámese Celso García, Spanair o Nokia (aunque parece que esta última está resucitando). Es la destrucción creativa schumpeteriana: cada vez más gente opera en banca por internet, y cada vez menos visitan las sucursales. El modelo bancario está cambiando, en buena parte por los avances tecnológicos, y las instituciones de este sector, como de tantos otros, deben reinventarse.
Otra cuestión que no acabo de entender es el papel de los reguladores. Por lo que hemos visto, en el nuevo marco «macroprudential» de gestión de la política monetaria, el que ha bajado el pulgar ha sido el BCE. ¿Dónde estaba el Banco de España? Dicen que sus inspectores se aburren «desde lo de Bankia», que condenó al ostracismo al que levantó la liebre. ¿Es posible tamaño desatino? Si el BdE ya no diseña ni ejecuta la política monetaria ni, a tenor de lo visto, supervisa los bancos españoles, ¿cuáles son sus competencias? Volvemos a llegar a esa caja de Pandora del conflicto, enredo y confusión de competencias, no ya entre autoridades nacionales y locales, sino entre Madrid y Bruselas (a veces entiendo a los británicos). Sería de agradecer un poco más de información a este respecto por parte de los bancos centrales implicados.