Termina una semana, como viene siendo habitual en los últimos meses, en teoría decisiva para el futuro de Reino Unido y la Unión Europea, y en la práctica decepcionante, o ¿quizá no tanto?
Después de algunos pequeños avances tácticos, que explicamos aquí, Theresa May había conseguido, casi en el tiempo de descuento, una concesión de Bruselas que permitiría a UK no estar eternamente atrapada en una Unión Aduanera hipotéticamente constituida como consecuencia del backdrop o salvaguarda irlandesa, el tema más complicado de la negociación. De esta manera el Plan May versión…. 17.0 mejoraba en alguna medida con respecto al 16.0. Pero no ha convencido a los miembros de la Cámara de los Comunes, que el martes pasado rechazaron la propuesta (por segunda vez) por un amplio margen de votos.
Y ahora, guess what?, efectivamente, Theresa May volverá a decir la semana próxima, por enésima vez (hemos perdido la cuenta), que aprueben por favor su plan, que con estos bueyes hay que arar, y que, si no se acepta su propuesta para el Brexit, Reino Unido corre el riesgo de no salir nunca. Como dice The Times, el Brexit puede convertirse en el nuevo y surrealista Hotel California, donde, como dice la canción de los Eagles, you can check out, but you can never leave. Aunque su parecido con el día de la marmota tampoco es desdeñable
Si los MP no optan por respaldar el Plan May antes del viernes, la Primera Ministra se verá obligada a solicitar a Bruselas una extensión del artículo 50 (es decir, una prórroga) y a convocar, muy probablemente, elecciones europeas. Y el Parlamento, ya a los mandos del Brexit, podría decantarse por una estrategia de bloqueo o dilación. De acuerdo con una filtración de Downing Street, si Reino Unido toma parte en las elecciones europeas, el Parlamento podría solicitar tantas extensiones del artículo 50 como considere necesario de modo que la salida se retrasaría sine die
Los líderes del movimiento Leave comienzan a impacientarse más de la cuenta. Alguno reconoce que, si no se apoya el Plan May, «quizá no nos vayamos nunca», porque «el ánimo en mi demarcación está cambiando muy rápido» (lo que parece indicar que cada vez más británicos piensan que, al fin y al cabo, la permanencia en la UE no es tan mala idea, después de todo).

Es incuestionable que la persistencia de May es equiparable a la indecisión (fingida o real) de Corbyn, que debería estar ya moviendo ficha para una segundo referéndum. Pero Corbyn no ve clara esta vía, porque siempre ha recelado de la UE y, como dicen las malas lenguas, no ha modificado su visión y opinión en nada relevante en los 40 últimos años (lo que no dice mucho de un político y explica por qué un gobierno laborista acabaría de complicar la ya compleja situación todavía más).
Es posible, claro, que Westminster se enrede tanto con las riendas del Brexit como lo han hecho los dos últimos ocupantes de 10 Downing Street (cuyo nombre debería cambiarse ya por 10 Drowning Street, puesto que el tema ahoga, quema, desborda y desquicia, a partes iguales, a sus inquilinos, como se explicó en este post, aquí y aquí ), y no sea capaz de arbitrar una solución convincente.
Hay signos de esperanza, no obstante. Un grupo de MP de diferentes partidos está trabajando en el diseño del llamado Mercado Común 2.0, lo que colocaría a UK en el Espacio Económico Europeo, (formado por la UE y Noruega, Islandia y Liechtenstein), dentro del Mercado Único, pero sin tener que acatar las Políticas Comunes de Agricultura, Defensa, Pesca, Asuntos exteriores…y por supuesto, sin voto en Bruselas. No es igual a la permanencia…pero es mejor que el Brexit.
En paralelo, los escenarios son los mismos de siempre:
a) May logra que, a la tercera, el Parlamento apruebe su propuesta (poco probable)
b) May es derrotada, dimite o se somete a una moción de no confianza
c) El Parlamento saca un conejo de la chistera, ya sea el Mercado Común 2.0 o cualquier otro, y se comienza a desatascar la situación
d) Nuevo bucle. No ocurre nada relevante y el domingo próximo yo volveré a escribir una columna muy similar a esta.

A no ser… que le pidamos un vaticinio sobre el futuro a la marmota Phil. Quizá se ha dedicado a estudiar estrategia en los largos días de invierno y ahora no solo sabe de tiempo atmosférico sino también de alta política.
Update semana del 20 de mayo
Después de un par de meses de nuevo impasse, sin pasos decisivos en una u otra dirección, en la semana del 20 de mayo se han producido importantes novedades. Se comentan en el siguiente post.
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